Años 80-90

AÑOS 80-90

DOS DÉCADAS QUE MARCARÁN LA DIRECCIÓN DEL SECTOR

Don Ramon Sainz de Varand

INTENTO DE IMPLANTACIÓN DE TURNOS. El alcalde de Zaragoza, Don Ramón Sainz de Baranda, decreta el establecer turnos de trabajo para los taxis a título experimental durante los meses d'octubre y nov del año 1981. La Comisión Técnica De Estudio designada para dictaminar acerca de las necesidades del sector proponía establecer turnos de trabajo para la prestación del servicio, éstos habían sido solicitados por diversos miembros del comité consultivo. El sistema de turnos comenzaría con carácter obligatorio a finales de setiembre y se prolongaría hasta el 30 de noviembre con excepción de los días pertenecientes a las fiestas del Pilar y los días 30 de octubre y 1 de noviembre, festividad de todos Los Santos. Se crearon dos turnos, de 6 a 14,30h. y de 14 a 22,30h. Las horas nocturnas no estarían sometidas a ninguna restricción. Tras una asamblea multitudinaria celebrada en contra de dicha implantación, el ayuntamiento de se estima una medida que resultó  tremendamente impopular entre los taxistas.

UNA HUELGA CONTRA EL AYUNTAMIENTO. Si los españoles tuvieron que aprender a convivir en democracia tras muchas dificultades, después de casi cincuenta años de dictadura, para aquellos sectores de la sociedad que dependían de regulaciones o estaban más cerca de los puntos de mando de las autoridades, el liberarse del control fue más difícil al no ser parte de la economía pura. Dejan de ser puntos de política para ahora se de un interés utilitario económico, y siempre se suelen dar en estos casos intereses ajenos a los de trabajadores y empresarios. Y lo que ocurrió en estos años en el sector del taxi, es un buen ejemplo: no sólo sucedió en nuestra ciudad sino también en otras poblaciones en los mismos años. Así, durante 11 días, del 16 al 27 de enero de 1981, Zaragoza estuvo desprovista de taxis, a excepción del servicio de urgencia organizado en aquellas circunstancias por el Ayuntamiento. Con una huelga patronal que no cumplió con

ninguno de los requisitos para ser legal, la Asociación Empresarial que agrupaba a la mayoría de los pequeños patronos del taxi quiso forzar al ayuntamiento a que retirase el acuerdo por el que se concedían 35 licencias de taxi a otros tantos asalariados. Pero lo que se presentaba como una medida de presión gremial para impedir que el número de licencias aumentase un 2 por ciento en un momento de dificultades económicas, se convirtió desde el principio en un pulso abierto o entre el sindicato  ultraderechista Fuerza Nacional del Trabajo (FNT) y las decisiones democráticas del Ayuntamiento de Zaragoza. Observadores ajenos al conflicto o valoraron este protagonismo ultraderechista como un paso bien calculado de cara al control de un sector tan clave para el funcionamiento de cualquier sociedad industrial como el transporte, constituido en su mayoría por pequeños patronos atemorizados ante la crisis económica de aquellas fechas. Los primeros pasos del conflicto o evidenciaron este carácter. La violencia estuvo presente cada día mediante amenazas a los taxistas que no secundaron la huelga: " quien lo pare que se atenga a las consecuencias". Estas consecuencias acabaron en el apaleamiento del entonces taxista Rafael Abad Lezcano y la quema de un taxi. Sí tenemos en cuenta las condiciones económicas de la época y las dificultades que venía arrastrando el sector, se puede observar que las familias dependientes del Auto-taxi no disponían de recursos económicos para hacer frente a una huelga tan larga. El hecho de que Zaragoza estuviera casi dos semanas sin taxis demuestra lo que estaba en juego.  
EL TAXI PARA EL QUE LO TRABAJA. Los orígenes de este conflicto o se remontan al año 1979. La promulgación de un nuevo Reglamento Nacional Del Taxi en marco de aquel año acabó con el viejo sistema por el que los anteriores ayuntamientos concedían las licencias (subastas, sorteos, etc.), y que curiosamente " siempre acababan en manos de unos pocos", que además ya eran poseedores de una o varias licencias. Con la entrada en vigor del nuevo reglamento o, las licencias de nueva creación deberían concederse exclusivamente a los asalariados del sector y sólo podrían salir a concesión liebre sea que ellos no eran suficientes, no pudiendo en cualquier caso ser titular de más de una licencia. Más de 300 taxistas asalariados aspiraron desde ese momento o a poseer su propio taxi por tan sólo 30.000 pesetas correspondientes a la tasa municipal, en lugar de esperar a una más que improbable concesión, o tener que adquirir un traspaso mediante el pago de cifras superiores al millón y medio de pesetas en muchos casos (sólo un tercio de las que se concedían en esta época eran para los asalariados). El nuevo ayuntamiento a bordo pronto o conversaciones con todas las partes interesadas a fin de acordar tres medidas tan importantes como la redacción de un reglamento municipal de taxi, la actualización de las tarifas y la concesión de nuevas licencias. El 18 de julio de 1979 las juntas directivas de la Asociación Empresarial De Auto Taxi Se Y Gran Turismo, de la Federación Aragonesa Del Taxi y de los sindicatos de CCOO Y UGT estampaba su firma en un escrito que reconocía la conveniencia de conceder escalonadamente 240 nuevas licencias. Sin embargo, la asamblea de los taxistas agrupados en la Asociación Empresarial que esos días protagonizó la huelga, no estuvo de acuerdo con lo que habían firmado sus representantes y plantearon una ruptura de la negociación. POR ORDEN DE ANTIGÜEDAD. El ayuntamiento procedió a elaborar la lista de los 240 trabajadores que obtendrían su licencia en los cuatro años del mandato o de la Corporación sin influir para nada el estar afiliado horno en ningún sindicato. El único criterio que estableció el orden de los 240 aspirantes fue el de la antigüedad, para lo que había que exhibir las pruebas correspondientes. Cuando en el pleno de noviembre de 1979 se produjo el acuerdo municipal que aprobaba la concesión escalonada de las 240 licencias y se acordó entregar las primeras 50, se evidenció la protesta de buena parte de los taxistas zaragozanos, algunos de los cuales llegaron a agredir al concejal del PAR a la salida de la casa consistorial. Más tarde en julio, siguió el calendario de concesiones con otras 45 licencias, y en enero el Pleno debía de conceder 35 más. Hasta 1983 quedarían por entregar otras 110 en plazos semestrales. La Asociación Empresarial De Auto Taxi presentó un recurso ante la Audiencia para pedir la anulación del acuerdo de 1979 y el Tribunal lo abordó así en una sentencia basada en dos argumentos fundamentales: el Ayuntamiento no acreditaba suficientemente la necesidad de las nuevas licencias y el acuerdo no iba acompañado del informe preceptivo de la Comisión Delegada De Tráfico, Transporte y Comunicaciones.

EL PLENO DE LA IRA. El 15 enero de 1980 cientos de taxistas acudieron al Pleno después de que sus representantes y

los dirigentes deFNT tratarán de conseguir que el ayuntamiento o retirase este punto del orden del día. Los votos favorables de PSOE, PCE, PTA sacaban adelante el acuerdo con la abstención de los grupos municipales deUCD y PAR. La reacción de los taxistas presentes en el salón no se hizo esperar. Gritos, amenazas e insultos obligaron a que la sesión fuera interrumpida por el alcalde Don Ramón Sainz de Varanda durante unos minutos mientras la policía municipal obligaba a salir a algunos de los increpantes. A partir de este momento el conflicto paso a la calle.  
CLIMA DE MIEDO. En asamblea, la Asociación De Auto Taxis decidiría iniciar una huelga hasta conseguir la retirada del acuerdo, al tiempo con gestionaba ante del Gobernador Civil y la Diputación General una declaración de nulidad del acuerdo municipal. Ninguno de los dos hechos llegarían a producirse a pesar de la fuerte presión del gremio. En términos de inusitada dureza, los dirigentes deFNT lanzaron la orden de huelga y advirtieron a quienes no la secundaran. Mientras tanto, tenía lugar la manifestación de 24 taxistas en huelga de hambre, encerrados en un local particular de la calle Hernán cortés. La Federación Sindical De Trabajadores Autónomos Del Taxi De Aragón, integrada por un centenar de taxistas, en su mayoría poseedores de las últimas licencias concedidas desde el año 1979 hizo pública una nota en la que afirma que no se adhiere a la huelga convocada por la FNT, " por estimar que en un país democrático cada cual tiene plena libertad de hacer lo que crea conveniente". Por otra parte la Asociación Zaragozanas Independiente De Radio Taxi, que bajó votación secreta de sus 63

socios reunidos en asamblea General, decidió por 29 votos a favor y 25 en contra, no secundar la huelga, por lo que está permaneció abierta y dando servicio. Desde su habitación en una clínica, el taxista, señor García Camacho, no dudó en atribuir a elementos fascistas la agresión de que había sido objeto  en la mañana del primer día de huelga. Unos " desconocidos" golpearon, y quemaron el taxi que conducía en el barrio de San Gregorio. Este hecho y el colapso producido por una manifestación motorizada por el centro de Zaragoza obligaron a la Alcaldía ha publicado un bando que advertía sobre la posibilidad de imponer sanciones que podrían llegar a la retirada de licencias al tiempo que creaba un servicio de urgencias con taxistas voluntarios protegidos por la Policía Municipal. La agresión del Sr. García Camacho hizo que muchos taxistas que no respaldaban las decisiones lanzadas por la Asamblea de la Asociación De Auto Taxis y la FNT permanecieran en sus casas a la espera. El clima de miedo era palpable entre los pocos taxistas que se atrevieron a facilitar el servicio, por lo que la mayoría optó por quedarse en casa hasta que pasados varios días y ante la necesidad de llevar un sustento sus familias rompen la huelga patronal. Las primeras detenciones se produjeron a raíz de los insultos proferidos por tres dirigentes ultraderechistas contra la policía municipal durante una concentración en la Romareda. Durante 24 horas quedarían

privados de libertad el jefe nacional de FNT, dos abogados y dos estudiantes zaragozanos además de un taxista. Posteriormente serían puestos en libertad por el juez, salvo un joven zaragozano ajeno al sector del taxi que fue identificado también como coautor de los improperios lanzados contra el Ayuntamiento durante el pleno del día 15 de enero. Aunque sin acceder a retirar el acuerdo plenario, el alcalde de Zaragoza Don Ramón Sainz de Varanda se mantuvo abierto o en los días siguientes a una posible solución, ofreciendo a los dirigentes de la huelga una salida consistente en un decreto de alcaldía por el que se formaría una comisión de trabajo para estudiar en profundidad la actual situación del taxi. La comisión estaría auxiliada por técnicos de los propios taxistas, y el Ayuntamiento se regiría en el futuro por las conclusiones del estudio. La idea fue bien acogida si bien los taxistas recelaban. En los días sucesivos la huelga continuaría con el fin de lograr que este decreto fuera asumido de inmediato por el Pleno o la Comisión Permanente al tiempo que se exigía la retirada de las 35 primeras licencias otorgadas. 
DIÁLOGO ABIERTO.El domingo día 25 de enero de 1980 resultaría definitivo. El alcalde firmaba el prometido decreto de formación de una comisión de estudio del sector del taxi, pero simultáneamente ordenaba a todos los taxistas que el lúnes 26 a las 12 del mediodía se reincorporasen al trabajo, con apercibimiento de las sanciones que podrían traer

consigo la continuación de la huelga. El lunes 26, los dirigentes del sector pedían al alcalde que aplazase la hora hasta las seis de la tarde, momento en que se celebraría una nueva asamblea la y en la que se consiguió una votación masiva a favor de la vuelta a la normalidad. La formación de un equipo de trabajo que analizarse la situación del sector del taxi en Zaragoza por aquellos momentos iba a tener importantes repercusiones, entre ellas la ejecución del acuerdo plenario del 29 de noviembre de 1979 por el que se concedieron las 240 licencias. Las propuestas presentadas se dividían de base a la Corporación para establecer una nueva Ordenanza Municipal con diversos criterios de actuación que condicionaría en el futuro del sector.

CARTA LA REINA. 10 de noviembre de 1981; en el transcurso de una rueda de prensa celebrada en la sede de Fuerza Nacional Del Trabajo se pretendió mantener las movilizaciones hasta el día 17 de enero, día en el que los Reyes de España tenían previsto visitar la ciudad de Zaragoza. También se daría cuenta de la carta dirigida a Su Majestad la Reina en la que se rogaba ser recibidos. La misma sería firmada por varias mujeres de taxistas. La carta enviada, no dejaba duda del talante que reinaba en aquellas fechas:

" Majestad: Con el mayor respeto, reconociendo nuestra pobreza, pequeñez y atrevimiento o, nos atrevemos a suplicar intervenga y se acerca de vuestro esposo, Rey de todos los españoles, y también Rey de los taxistas zaragozanos, que están sufriendo la ira e incomprensión de un alcalde despótico, que está enfrentando a la sufrida y pobre rama del taxi, hasta el punto de que para tratar de evitar la violencia allí xxiv hombres encerrados en huelga de hambre en un pequeño e insano local, bajo de la calle Hernán cortés de Zaragoza, desde el pasado día 2. Por lo vamos por tignes recibirnos en vuestra próxima visita a Zaragoza para entregados a mano las causas de nuestras preocupaciones y quejas por la actitud del alcalde Don Ramón Sainz De Varanda y Jiménez de la Iglesia, que aun cuando es líder de un partido obrero, persigue con obsesión y saña a la gente modesta, plantea conflictos a todo género de personas y, sobre todo, quieren traer la lucha y la enemistad entre los profesionales del taxi. Sea bienvenida Su Alteza Real a Zaragoza y que en la Virgen del Pilar vele por Zaragoza, por España y por sus Reyes. Permitidnos despedirnos Majestad con un Viva la Reina y un Viva España".

Posteriormente, la alcaldía decretaría un Bando para zanjar definitivamente la polémica, y por el cual se instaba a la vuelta a la normalidad en el sector bajo apercibimiento de sanción.

BANDO DE LA ALCALDÍA (9 NOVIEMBRE 1981) " En atención a los intereses generales de la Ciudad y de los ciudadanos, teniendo en cuenta la importancia que el servicio público de transporte urbano de viajeros tiene en orden a satisfacer las necesidades que motivan su prestación, la Alcaldía recuerda, para conocimiento o tanto de los usuarios como de quienes prestan el servicio, el derecho de los primeros y la obligación de los segundos a tal prestación, y el cumplimiento de las disposiciones que las regula y que se hayan contenidas, especialmente en el Código de la Circulación y, referidas al servicio de auto taxis, en los Reglamentos Nacional y Municipal vigentes en la materia. Estos últimos establecen entre otras obligaciones, las de los vehículos auto taxis, de concurrir diariamente a las paradas para prestar los servicios de su clase, combinando el horario de manera que aquélla se encuentren en todo momento o atendidas, así como que el conductor solicitado para realizar un servicio no podrá negarse a ello sin causa justa que los propios reglamentos determinan. La infracción de estas disposiciones como de cualquier otra que pueda producirse, y la desobediencia manifiesta a las órdenes de la Alcaldía en esta materia, motivarán, velando por los superiores intereses de la Ciudad y de sus ciudadanos y sin perjuicio de otras disposiciones que fueran oportunas, la imposición de sanciones procedentes que podrán llegar hasta la retirada definitiva de la licencia o del permiso municipal de conductor de estos servicios, de acuerdo con los artículos 48 y 50 al 53 de los Reglamentos citados. La actuación de piquetes o de personas que de cualquier forma inciten u obliguen a la paralización total o parcial del servicio auto-taxis, impidan un obstaculicen su normal prestación, alteren el desarrollo de la vida ciudadana, así como la realización de acciones o infracciones que constituyan alteración del orden público o sean constitutivas de delito, serán comunicadas a las Autoridades Judiciales o Gubernativas procedentes a efectos de las disposiciones y sanciones que legalmente procedan".

EL EXMO. ALCALDE D. RAMON SAINZ DE VARANDA Después del pulso político que supuso la huelga de 1980 entre ciertos sectores del gremio y el ayuntamiento zaragozano se regulan, a través de un nuevo reglamento , los distintos aspectos en la forma de prestación del servicio del taxi.  En 1980, el ayuntamiento o implanta la norma por la que todos los taxis cambiarían su tradicional color negro por el blanco. Se inserta van una franja rojas y amarillas en diagonal, situadas en las puertas delanteras, simulando la bandera de Aragón. En poco más de año y medio, casi todo los taxis se habían adaptado a la norma y de esta manera se daba una nueva imagen del taxi a la ciudad. En el año 1985 se concederían las últimas licencias y paralelamente se establecía por primera vez una contingentación que supondría que los taxis en Zaragoza limitaban sus unidades a la cantidad de 2,70 por cada mil habitantes que con posterioridad se reduciría al 2,30 por mil habitantes actual. Un año más tarde, entra en vigor el Impuesto Valor Añadido (IVA), lo que supuso llevar durante un tiempo o tablas de equivalencia para realizar el cobro de los servicios. En 1992 el nuevo Reglamento De Transporte Nacional obliga a convertir las licencias de Gran Turismo "B" en licencias de auto taxi clase "A". En 1995, y a propuesta de la Asociación, entra en vigor un nuevo sistema de descanso que supondría una mejora sustancial en la calidad de vida del taxista consiguiendo guardar descanso dos fines de semana completos al mes. En los años 1997 y 1999, se convocan sendas huelgas a nivel nacional en la que diversas concentraciones de taxistas de distintas ciudades reclamaban la rebaja de los precios de un carburante en constante y escandaloso incremento, solicitando la creación del " gasóleo profesional". En el año 2008 coincidiendo con la celebración de la Exposición Universal en Zaragoza se concederían 60 nuevas licencias de taxi, con lo que el total de éstas en Zaragoza ascendería a 1777. 
LA SEGURIDAD En Agosto de 1993 es asesinado el taxista Vicente Domínguez brutalmente apuñalado en el barrio de

Monsalud. Este hecho provocaría varias manifestaciones de compañeros que dejan la ciudad colapsada durante varias horas a causa de una movilización multitudinaria con los taxis exigiendo medidas de seguridad por parte de las instituciones. Como consecuencia de las constantes agresiones, robos y hechos luctuosos a lo largo de los años, tras múltiples movilizaciones, el entonces Ministro del Interior Jaime Mayor Oreja se compromete a fomentar desde las distintas administraciones regionales, la creación de Comisiones de seguridad el taxi para subvencionar sistemas de seguridad efectivos en estos. Así Zaragoza, tras arduas negociaciones fue pionera consiguiendo ser la primera ciudad de España que firmase el convenio entre DGA, Ayuntamiento y Delegación Del Gobierno por el que se subvencionaría con un total de 120 millones de pesetas la instalación de un sistema de seguridad por GPS. Toda una hazaña, sí tenemos en cuenta que era la primera vez en la historia que se subvencionaba al sector en Zaragoza. 
EL EUROTAXI El euro taxi o taxi adaptado surge en España bajo directrices europeas a raíz de los problemas a los que se enfrentaban diariamente la mayoría de las personas con movilidad reducida. La insuficiente dotación de transporte accesible que favoreciera su integración comunitaria se hacía más acuciante en el caso de las personas que necesitaban en sus desplazamientos la utilización

permanente de silla de ruedas, ya que necesitaban un transporte específico adecuado a sus necesidades. Desde el año 1990, a través de convenios de colaboración entre INSERSO, la FEMP, y el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y la Fundacón ONCE, se creó la figura del Eurotaxi con el objetivo de promover la normalización del transporte público mediante la oferta de vehículos-taxi integrados en el servicio normal de transporte de las ciudades españolas que permitieran su utilización a todos los ciudadanos sea cual sea su condición física, evitándose el establecimiento de transportes especiales que resultaban claramente segregador es además de costosos. 
EL TAXI TURÍSTICO El pasado Ibero, romano, musulmán y cristiano de Zaragoza convierte a esta ciudad En Un sitio incomparable, hermoso y sorprendente. Paseando por sus calles es fácil descubrir su riqueza monumental: sus iglesias, palacios, arquitectura civil, sus plazas etc.. Zaragoza es una importante mezcla de culturas que nos ha dejado un legado histórico artístico de gran importancia que la convierte en una ciudad idónea para visitar. En el año

1997, a través de un acuerdo entre la Asociación y el Patronato de Turismo de Zaragoza, se crea la figura del taxi turístico y se pone a disposición del usuario un nuevo servicio de transporte, el " TAXI TURÍSTICO" que posibilita conocer y comprender el arte y la historia de una ciudad emblemática de una forma más comoda y cercana. Con una ruta de 19 kilómetros y unas dos horas de duración el taxi contribuía una vez más a la difusión de las múltiples riquezas que nuestra ciudad conserva.

MIRANDO AL FUTURO El final de siglo trapo grandes cambios en la estructura dinámica del sector, la incorporación al sector de una publicación de carácter profesional, ZARATAXI, y la puesta en marcha de la Web del taxi de Zaragoza, difundidas a través de la asociación, permitiría trasladar información de primera mano a un sector acostumbrado a informarse a través de los comentarios en las paradas. Una nueva reglamentación acorde con las necesidades del momento y la presentación del Plan Sectorial para el taxi trajeron consigo nuevas paradas, acceso a calles peatonales, nuevos giros y carriles-bus-taxi, conversión de un sistema tarifario anticuado, un proyecto de Bono-taxi, la homologación de vehículos de nueva generación (Monovolumen) y la incorporación de nuevas tecnologías por GPS, sentando las bases para la modernización de un sector que apostaba decididamente a seguir ofreciendo la máxima calidad de servicio a su ciudad. Un siglo después, el taxi forma parte inseparable del paisaje urbano y vida cotidiana de la ciudad. Sirva este libro como homenaje a los profesionales que con vocación de servicio a sus ciudadanos, fueron y son parte viva de la historia y tradición de la ciudad.

  

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