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La edad media


LA EDAD MEDIA

ZARAGOZA CORAZÓN DE UN REINO

Con las invasiones de los pueblos bárbaros y la decadencia del Imperio Romano, las ciudades de Europa entraron en un proceso de descomposición. Una ciudad es ante todo un lugar de servicios. La población tiene unas necesidades de abastecimiento de alimentos, agua, materiales de construcción, artículos de vestir, calzado etc. Todo ello precisaba de medios de transporte y también una institución que garantizase que estos productos llegaran a su destino; necesitaban por tanto de una autoridad que articulara leyes, y esta era la gran tarea de los reyes e iglesias de aquella época: reconstruir de nuevo Europa y crear un equilibrio desde bases nuevas. Las tierras de Aragón recibieron pueblos nuevos. Así, vándalos, suevos, visigodos, árabes, bereberes y judíos trajeron sus diferentes formas de vida, bien de paso o para asentarse definitivamente. Nuestra ciudad estaba rodeada de murallas y de sus puertas nacían unos caminos de tierra rodeados de inmensas huertas que la unían con otras ciudades. Las gentes que habitaban en ella estaban separadas  por sus modos de vida y costumbres. Había barrios de cristianos, mudejares y judíos, con puertas de paso que se cerraban en caso de disturbios y, dentro de estos barrios calles de profesionales, como sastres, armeros, herreros, zapateros, mercaderes etc, sin servicios de alcantarillado, ni de agua corriente, calles oscuras y estrechas que todavía

podemos ver en nuestro casco viejo. El transporte de personas dentro de la ciudad todavía no estaba regulado por leyes, esta es una actividad a la que se dedicaba al grupo de personas de una manera esporádica. En las posadas, postales y hospitales había unos rudimentarios servicios de alquiler que ofrecían cocheros, arrendadores de sillas de mano y carros tirados por mulas y asnos a las gentes que precisaban estos servicios.Tengamos en cuenta que en esta epoca la gente se movía muy poco. Sólo caballeros, peregrinos, clérigos y mercaderes iban por aquellos caminos de cámaras. La iglesia creó la orden de los templarios en lucha contra el infiel en tierra Santa. Esta orden garantizaba la seguridad de los viajeros por los caminos. En Zaragoza conservamos un recuerdo de esta orden en el nombre de la calle del temple, donde tenían sus cuarteles. IR APAGINA DE INICIO


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