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Los primeros automóviles



LOS PRIMEROS AUTOMÓVILES

Nicolas-Joseph Cugnot


Coche a vapor de la marca Serpollet.
Electromóvil acumulador Edison
Uno de los primeros que circularon en Zarago
La idea de conseguir un vehículo capaz de moverse por sí mismo, prescindiendo por tanto de la tracción animal, es muy remota pero su realización no fue posible hasta fecha recientes. El primer automóvil del que se tiene noticia lo construyó en 1649, el relojero alemán J. Hautzsch. Este vehículo adquirido por Carlos V de Suecia, se movía gracias a un dispositivo de relojería y aunque recorrió varios kilómetros, resultó dificultoso en su manejo por la necesidad de darle cuerda con frecuencia. El vehiculo autopropulsado más antiguo que se conserva, aunque de utilidad muy limitada, es un tractor de artillería de tres ruedas construido por el ingeniero francés Nicolás-Joséph Cugnot en 1770. En 1803, el inglés R. Trevthick construyó el primer automóvil práctico de vapor que rodó por las calles de Londres durante algún tiempo. Más tarde, en 1828 el francés Pecqueur construyó varias locomotoras de carretera, como se dominaban entonces los automóviles de vapor, en las que ya existían los mecanismos esenciales de los automóviles modernos. Las primeras aplicaciones de los motores de gas se deben a los franceses Monnier (1852), que utilizado el aire comprimido; Hugon quien empleó gas del alumbrado y Lenoir que después de perfeccionar este sistema (1862) optó, en definitiva, por la esencia de petróleo como agente propulsor, aunque su automóvil fracaso  por ser excesivamente pesado. En 1869, thompson hizo circular por Edimburgo el primer automóvil de Servicio Público dotado de ruedas de caucho vulcanizado. En esa misma época, en las décadas de 1870 y 1880 los inventores e ingenieros franceses como la familia Bollee, León Serpollet o el conde de Dión construye los excelentes vehículos de vapor. En 1883, T. Daimler patenta su motor de explosión alimentado con esencia de petróleo y dos años después su paisano K. Benz, registró el suyo que constituyó el paso definitivo. La importante unión de motor y vehiculo se produjo en 1887 cuando Karl Benz y luego Gottlier Daimler introdujeron los primeros automóviles de gasolina eficaces. El vehículo del Benz era el mejor con una gran diferencia ya que estaba diseñado  como un todo y empleaba las nuevas tecnologías de la industria de la bicicleta. El carruaje de Daimler no era más que un coche de caballos adaptado. Benz empezado a producir de forma limitada su vehículo de tres ruedas en 1888 con lo que nació la industria moderna del automóvil. Sin embargo el motor de Daimler era revolucionario lo que significó un cambio radical en esta. Si a esto se le une el invento de los neumáticos por J. B. Dunlop (1888)

Coche con puerta trasera modelo Tonneau

puede afirmarse que las conquistas fundamentales del automóvil estaban logradas y que iba a iniciarse un periodo de expansión creciente que aún perdura. Un acontecimiento crucial en la historia de la industria automovilística fue la exposición universal de París de 1889, donde los ingenieros franceses René Panhard y Emile Levassor conocieron el motor de Daimler. En 1800 xc obtuvieron los derechos para fabricar dicho motor pero no vieron gran futuro en el automóvil y concedieron a la empresa Peugeot el derecho a emplear motores Daimler en vehiculos autopropulsados. Puede considerarse que Peugeot fue el primer fabricante de automóviles en serie de todo el mundo ya que construyó cinco coches en 1891 y 29 en 1892.

Primer cuentakilómetros llamado Odometro.

En 1893 Benz se convirtió en un fabricante de vehículos en toda regla. Aquel año la carrera París-Burdeos demostró la superioridad del motor Daimler sobre los automóviles de vapor a pesar de que estos últimos estaban muy desarrollados. A comienzos del siglo xx, los ayuntamientos ponen en marcha unas leyes para ordenar la circulación de peatones y vehículos de distintos tipos que circulaban por las calles. No debemos olvidar que las ciudades comienzan a crecer, debido principalmente a la llegada del ferrocarril. La industria atrae grandes masas de gente provenientes del campo que vienen a la ciudad para mejorar sus vidas hasta entonces, en las ciudades circulaban vehículos de caballos y mulas de distinto tipo, tranvías de caballerías, tranvías eléctricos y bicicletas, con la particularidad de que a primeros de siglo empezarían a verse vehículos automotores de gasolina y de vapor. Una clasificación breve de estos vehículos era:

Marca Adler. Ver la dificultad para cambiar una rueda.

1-Automóviles de lujo. 2-Automóviles para servicios comerciales, públicos e industriales. A la primera categoría pertenecían los vehículos cuya carrocería adoptaba las formas de Tonneau, torpedo, faeton, spyder, cab, landaulet, victoria, cupé, landau, vagoneta, limousine y break, nombres todos que indicaban únicamente la forma exterior del coche. A la segunda especie pertenecían el ómnibus, los camiones, furgones para el comercio y servicio postal, automóviles militares, bomberos y taxis. Especies de automóviles: 1-automóviles con motor de bencina (gasolina). 2- automóviles de vapor. 3- automóviles eléctricos. Cada una de estas especies ser subdividía en varios géneros según el uso o a que se destinaba el automóvil: vehículos de paseo, excursiónes, industrial. Los vehículos de vapor estaban poco extendidos a pesar de la notable docilidad del vapor de agua y de los magníficos resultados que dieron en su época los coches Serpollet, white, loco mobile, turgau, acortte, debiendo atribuirse este abandono de los motores de fluido elástico a que la atención de los constructores y del público en General era absorbida por

los motores del bencina, petróleo y aceites pesados. El siglo XIX estaba tocando a su fin y la revolución industrial en pleno auge y expansion. La llegada del automóvil ayudó a que este cambio fuera mayor en la sociedad con una gran precipitación de los acontecimientos. Al nacer, el automóvil tuvo un gran reto que superar, imponerse a los vehículos de tracción animal muy arraigados  en la vida cotidiana desde hacía siglos. Pese a todo la evolución del automóvil y su progreso se fue imponiendo de forma vertiginosa y por tanto estaba destinado a ser uno de los mejores inventos de la humanidad. En Zaragoza, a semejanza del resto de España, los primeros vehículos estuvieron influenciados por la vecina Francia, que contribuyó en gran medida al desarrollo del automóvil, de donde nos llegaron las primeras marcas: De Dion Bouton,Panhard,Levassor,Serpollet,Peugeot,Clement y Renault fueron los mejores vehículos de principios de siglo que se vieron circular por nuestra ciudad. Nuestra ciudad fue una de las capitales con mayor número de caballerías en España utilizadas para el campo y el trabajo de reparto. Junto con los primeros tranvías, una clásica estampa ochocentista no se mostraría las

carrozas de las familias más importantes de la ciudad circulando con altanería y majestuosidad por el Coso o la recién estrenada calle Alfonso. Si esto ocurría hacia 1898, tan sólo quince años después, el panorama de la ciudad había cambiado más que en los 400 años anteriores. El progreso de Zaragoza en aquella época fue notorio, la ciudad en aquellos años y los siguientes se convirtió en una de las más bonitas y encantadora de España. Al encanto de antaño se unió la alegría del progreso y por nuestras calles circularon aquellos legendarios automóviles que ya iban siendo más aceptados por la mayoría de la gente. En el año 1905 se matricularon los primeros coches en Zaragoza como tales, ya que hasta 1903 sólo circulaban coches de motor. El ayuntamiento les puso una tablilla municipal que iba correlativa con otros vehículos como podían ser las carrozas. En estos dos años se vendieron en Zaragoza ocho o nueve coches de motor. En 1905 los automóviles pasaron a depender del Ministerio De Obras Públicas debiendo dejar de matricular el ayuntamiento, por lo que los automóviles tuvieron que volver a realizar el cambio. El primero en hacerlo fue Don Fernando Escudero, que poseía un Clement Bayard al que correspondió la matrícula Z -1. El automóvil

tomaba su independencia y en poco tiempo los zaragozanos empezaron a comprobar las grandes ventajas que poseían sobre los vehículos de tracción animal. Aquellos pioneros del automóvil, que tuvieron que salvar tantos obstáculos, nunca llegarían a imaginar que al final de siglo, el automóvil en que tanto confía rom alcanzaría los doscientos mil coches en nuestra ciudad, formando parte inseparable de la estampa y vida cotidiana a través de todos estos años, algo increíble en 1905, cuando sólo había nueve coches en Zaragoza. Ya en los primeros años del siglo, el Ayuntamiento procuro implantar unas leyes para unas nuevas máquinas que comenzaban a perturbar la tranquilidad de las ciudades. Y así tan sólo dos años después de que en 1905 comenzarán a circular los automóviles por Zaragoza, en 1907 el Ayuntamiento dictó unas normas que mantuvo cinco años de forma invariable. En 1912 todavía no se habían llegado a matricular tan siquiera 100 coches, pero con la llegada de automóviles de otras ciudades se hizo necesario dictar nuevas normas.
Señalaremos las normas más curiosas que destacar a nivel local. Ya en aquellos años se necesitaba un certificado de aptitud para la conducción de vehículos además de firmar un impreso con los reglamentos. Cada año los vehículos tenían que presentarse para ser reconocidos por el Ayuntamiento en el mes de enero. Sino se presentaban eran retirados de la circulación, además de abonar el doble de derechos si solicitaba una nueva licencia. Es curioso observar que en las luces delanteras debían llevar dos faroles de distinto color cuya luz debía tener una intensidad de 25 bujías. También la velocidad era muy limitada, 10 km/h. en ciudad y 15 en caminos de las afueras,

Taxi marca CGV

y eso que se habían ampliado con respecto a la norma de 1907 que estableció una velocidad máxima de 5 km/h en la ciudad. Para probar un coche (entonces se les llamaba carruajes) se necesitaba también otro permiso  que sólo valía para tres días. Las pruebas debían ser realizadas en las afueras del núcleo urbano. Curiosa resultaba también la prohibición de los coches de otras ciudades, que no podían estar más de seis días en Zaragoza sin permiso o de la Alcaldía. Los primeros coches eran muy ruidosos y espantaban a las caballerías; en tal situación el conductor debía parar el vehículo hasta que pasarán. Además, en las calles estrechas, abundantes en Zaragoza en aquellos años, sólo cabía un vehículo en ambos sentidos. En tal situación, si un coche de motor se encontraba de frente con otro de tracción de sangre, el primero debía dar marcha atrás cediendo el paso. Otras disposiciones que a nivel nacional debían cumplir todos los automóviles en España, que no se han citado hasta ahora, se aplicaban sea en las locales no se hacía ninguna referencia a las mismas. Especial atención se hacía en la dirección del coche, que debía conducirse sin dejar de vigilar la vía pública. El automóvil no debía llevar ninguna pieza que pudiera impedir la visibilidad del conductor. También se destacaban los frenos, que la mayoría de vehículos sólo llevaba en las ruedas traseras y que eran de tacos. En realidad los frenos no se perfeccionaron demasiado hasta bien entrados los años 20. El avisador acústico hacía referencia a la bocina, o bien una campana, que debía hacerse sonar para avisar a los despistados peatones. Los Gobernadores Civiles eran los responsables de sancionar para que se cumplieran las leyes, de la misma manera que los papeles de permiso o que

Citroen 11 familiar

se expedían para los viajes en las carreteras. La dirección de obras públicas era la encargada de vigilar la circulación fuera de las ciudades, que para estos menesteres tenía personas con cargos desaparecidos hace muchos años, tales como los sobrestantes, capataces y camineros, que estaban a las órdenes del ingeniero de caminos, a los que había que presentar las hojas de ruta que expendían en los gobiernos y que vigilaban, entre otras muchas cosas, los límites de velocidad. Cómo vamos observando en las normas de tráfico, el automóvil tuvo en un principio muchos obstáculos que salvar, pero pese a tales desventajas su impacto social era tal que fue superando todas las dificultades e imponiéndose en las calles. El aumento cada vez mayor del número de vehículos en la ciudad hizo preciso adecuar las ordenanzas y disposiciones a las necesidades de la circulación. Los diseños de los primeros vehículos se copiaban de los vehículos de tracción animal, eran abiertos y sin protección para el conductor, como muchos se protegían los pasajeros. A todas estas normas variopintas había que añadir la inseguridad mecánica, que fallaba con frecuencia a no estar perfeccionada. Era como circular sin frenos, había que prever la respuesta del vehículo mucho antes de que estas ocurrieran. Los combustibles más usados en automovilismo en esta época eran: la bencina, el alcohol desnaturalizado, de 90° alcohométricos; el alcohol carburado; el petróleo refinado o petróleo de lámparas; e incluso se hicieron ensayos con el gas acetileno.
La dirección y los frenos evidentemente son los elementos del vehículo más importantes ya que nos permiten dirigir y detener el vehículo. En un principio, los vehículos iban dotados de frenos solo en la parte trasera y poco a poco estos irían montando se en la parte delantera. Hay que dar por supuesto que las direcciones no eran asistidas y los frenos de tacos con los que el empuje que se debía de realizar era considerable. Lo mismo podríamos decir de las palancas de cambio. Por todo esto, conducir un vehículo en aquellos tiempos era toda una aventura. Para poner en movimiento el motor se empleaba una manivela colocada en la parte delantera del automóvil, la cual tenía un embrague de trinquete; era costumbre llevarla desmontada y atada a alguna parte del vehículo con el fin de no perderla y evitar el choque contra el suelo o contra algún obstáculo.
La suspensión elástica fue ideada con objeto de completar la acción de las ballestas del vehículo aumentando con ello la comodidad de la marcha. Fue la suspensión Truffault (un amortiguador de poco peso) la que permitió poder recorrer las carreteras sin esos movimientos bruscos ya que el freno aplicado a las ballestas dificultaba los movimientos del bastidor. Todos los vehículos Peugeot estaban provistos de esta suspensión. Más tarde aparecería la suspensión Perfect que mejoraría bastante la anterior ya que se regulaba según el peso del vehículo. Las ruedas de estos vehículos se construían en madera y más tarde se introducirían las desmontables de radios metálicos. Este tipo de ruedas empezarían a ser muy apreciado por los conductores ya que resolvía un problema debatido durante mucho tiempo, poder prescindir cambiando la rueda de los desperfectos sufridos por los neumáticos. Las principales ventajas de las ruedas de recambio era en que las cubiertas podían utilizarse hasta la última capa de tela, ya que el conductor del automóvil podía cambiar la rueda en pocos minutos cuando lo creía necesario. Una rueda del eje posterior comienza a poder sustituirse  fácilmente por una del eje delantero y también se puede sustituir una rueda lisa por otra que sea antideslizante en poco tiempo. Otra ventaja de esta ruedas es que se calientan menos pues las llantas metálicas que la soportan conducen mejor el calor que las de madera, esto hace que el neumático se desgaste menos y se obtenga una mayor duración. Poco a poco y diana pareciendo ruedas de radios dobles y triples consiguiendo así una mayor perfección en la circunferencia de la rueda. Las llantas son recubiertas con caucho de diversas formas con el objeto de amortiguar las sacudidas a que dan lugar los obstáculos del camino, siendo en su origen macizas, más tarde tubular, hueco y finalmente el neumático que ha ido evolucionando hasta nuestros días. También se empieza a montar en los automóviles el vídeo cortaviento (parabrisas), para proteger al conductor del viento, el polvo y la lluvia, que al no existir el limpiaparabrisas, para impedir que las gotas de agua se quedasen adheridas, untaba el interior y exterior del cristal con vaselina o petróleo. La aceitera y el embudo eran un accesorio inseparable del conductor de automóvil, ya que con esto se introducía aceite o petróleo en los lubrificadores o bien para inyectar gasolina en los cilindros del motor.
PRIMERA SEÑALES 
Para llamar la atención de los conductores sobre los obstáculos que encontraban en su camino, los clubs automovilistas de los principales estados europeos convinieron colocar en los puntos de peligro de las carreteras que podían ser recorridas por los automóviles unas tablillas indicadoras

Las señales con punto son para hacer uso de la bocina

del obstáculo que se avecinaba. Situadas en puntos visibles, dicha señales tenían carácter internacional y se colocaban a una distancia de 100 a 200 metros antes de llegar al obstáculo y en un punto  bien visible de la carretera. En un principio está señales fueron adoptadas por la Association Internationale des Automovile-clubs reconnus y gran número de éstas fueron colocadas en nuestras carreteras por el Real Automóvil Club De España. Unos puntos blancos que aparecían en la señales indicaban que debía hacerse uso de la bocina. Posteriormente y en virtud del Convenio Internacional de 11 de octubre de 1909 la señales adoptadas para indicar los puntos de peligro quedaron reducidas a cuatro, dibujadas sobre un fondo azul oscuro.

 LOS PRIMEROS TAXIS
Plaza Constitución de Zaragoza
Las primeras noticias documentadas en la existencia de los taxis o coches de alquiler provienen de la Inglaterra de los tiempos de Oliver Cronwell, hacia mediados del siglo XVII. En el año 1654 las autoridades de Londres permitieron la creación de un gremio (El Fellowship of Master Hackney Coachmen) y en la década siguiente se decretaron las oportunas ordenanzas con el fin de regular y uniformar este servicio. Hacia finales de siglo dicho gremio tenían más de 250 cocheros y transportistas asociados, todos ellos  establecidos en la ciudad de Londres. Estas ordenanzas quedaron desfasadas a principios del siglo XIX al aparecer la máquina de vapor y al iniciarse una extraordinaria expansión urbana. Es curiosa la anécdota ocurrida durante la Primera Guerra Mundial, entre los años 1914 y 1918, en la primera batalla del Marne los aliados se aprovecharon de un hueco en las líneas alemanas reforzándose con 6000 soldados que fueron transportados a la batalla desde París en unos 600 taxis, el primer transporte automotor de tropas en la historia de la guerra, provocando que en los diez días siguientes los alemanes empezarán una retirada general, hecho que marcó la madurez del automóvil y que sin duda alguna fue una gran entrada del taxi en la historia. IR A PAGINA DE INICIO
 

3 comentarios:

  1. Nicolas-Joseph Cugnot (Void-Vacon, nacido en Francia, el 25 de septiembre de 1725 — París, 2 de octubre de 1804) fue un inventor francés a quien el gobierno francés atribuye la invención del primer vehículo autopropulsado o automóvil.[1] Esta reclamación está disputada por varias fuentes que sugieren en cambio que Ferdinand Verbiest, miembro de las misiones jesuitas en China fue el primero en construir un coche a vapor alrededor de 1672. Ferdinand Verbiest fue el verdadero inventor del automovil...

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